Paolo toma una decisión que pone muy triste a Silvia y Luz, y Javier obliga a Ainhoa a acompañarle en un encuentro suegro-nuera para conocerse un poco más.
La vuelta de Ricardo pone a todas las Lasierra patas arriba, y él ahora tiene que asumir no solo el rencor que estas le pueden guardar, sino también las consecuencias legales de su vuelta.